sábado, diciembre 24, 2005

Kokoro


"La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir". Lo dijo Sánchez Dragó esta semana, en una entrevista radiofónica, parafraseando a Jung - creo recordar-, en una de esas interminables campañas promocionales con que nos bombardean los escritores en cuanto sacan nuevo libro. La frase apareció al hilo de lo mucho que Dragó se jacta de haber vivido y como preámbulo de su posterior declaración de intenciones: promete (amenaza de hecho) con seguir viviendo mucho. Todo esto se entiende perfectamente después de habérsele practicado un triple bypass hace, aproximadamente, un año. Dragó, que sigue jugando a enfant terrible a pesar de su edad y con el permiso de la melindrosa y arribista Srta. Janer (recuerden el espectáculo del Premio Planeta con Marsé), aderezó la entrevista como es costumbre y marca de la casa con un torrencial anecdotario que tan pronto lo situaba en un dos caballos por Turquía a dos meses de su operación, como rememorando sus maratonianas sesiones de sexo tántrico (no me pregunten) años ha, en un hotel de Torremolinos y con una famosa actriz (asegura) que, lógicamente, ni le olvida ni ha conocido amante igual. Veintiún orgasmos reza la leyenda, ahí es ná.
Su nuevo libro lleva por título "Kokoro", que, al parecer, significa corazón en japonés ( corazón en la acepción más emotiva del término, la menos visceral, vaya) y en él, Dragó, ejecuta un más difícil todavía y se marca una autoentrevista. En fin, avisados quedan: quien tema morir de una vida no vivida que se apropie la de Mr. Dragó. Yo estoy en ello. Son diceséis euros y puedo salvar la vida.

viernes, diciembre 23, 2005

Compañeros

Ultimamente tengo algo desatendido este blog mío por el el que tanto me dejaba caer apenas hace un mes. Todo pasa: soy un hombre de pasiones breves, supongo. Prometo enmendar esta desidia transitoria y qué mejor forma que dejando unas líneas sobre las horas recién acaecidas.
Hoy he pasado la tarde con Tomeu, un viejo compañero de la facultad que ejerce y hace honor a la profesión. Es fisioterapeuta y ahora estudia osteopatía. Yo también lo soy pero sólo sobre el papel. De hecho hemos pasado toda la tarde hablando de articulaciones, la charnela dorsolumbar y cosas por el estilo. La verdad es que había momentos en que debía esforzarme por desempolvar a la carrera mis viejos y enmohecidos conocimientos de anatomía y fisiología. La pasión con que compartía conmigo todos sus adelantos y experiencias de este año era algo que sobrecogía en cierta forma. De nuevo esa pasión que tanto echaría en falta si alguna vez la hubiera experimentado. Creo que estuve cerca alguna vez. Sigo buscando...y escucho a Tomeu con las manos cruzadas sobre el mantel, jugueteando con el café, tratando de minimizar, de espaciar las miradas que a veces dirijo hacia la camarera que se encarga de nuestra mesa. La camarera se acerca con la carta de los postres. Cuando habla su acento balear se agudiza y entonces Tomeu, que también es de Mallorca, olvida el cuerpo humano y se centra en el de aquella divinidad. La mira a los ojos sonriendo y pregunta si es de ses illes. Ella asiente sorprendida como si mi amigo acabara de sacar un conejo de la chistera. Yo desaparezco mimetizándome con el entorno, esperando con una sonrisa estúpida a que sus ojos verdes se dignen caer sobre mí, siquiera sea por cortesía. Fue un minuto mágico que llenó toda mi tarde.
Ha sido una velada agradable, me digo. Me gustó charlar con mi viejo amigo, me digo también. Pero hoy hubiera dado algo por ser de Mallorca, la verdad.

martes, diciembre 06, 2005

El club de los emperadores


"La juventud envejece, la inmadurez se supera, la ignorancia puede ser educada y la borrachera se pasa; pero la estupidez es para siempre".


Aristófanes
Las reseñas cinematográficas sobre películas que, como esta, ya ha visto todo el mundo, son como cintas de vídeo con el audio desacompasado, son vueltas de tuerca que nadie ha pedido, y sin embargo uno insiste en retozar sin prisas en su terquedad, ¿Acaso puede alguien privarme del placer de saberme eternamente rezagado? claro que no.
La película es la historia de siempre. Otro club pero sin poetas muertos, de nuevo el ensalzamiento a ultranza de la tradición, vetustas instituciones sumergidas en bucólicas campiñas, valores monolíticos que deben regir el destino de los futuros hombres —"El carácter de un hombre es su destino", dice el propio profesor Hundert—, de nuevo la posibilidad de jugar con la maleabilidad que se le supone al alumnado.
No puedo evitar asociar ficción y realidad; un amigo mio recien acaba de ver cumplido su sueño: ser profesor. La vocación ha podido más, en su caso, que todo el miedo que con nuestros consejos velados tratábamos de imbuirle. Ha dejado un trabajo cómodo y sencillo, una rutina confortable, por la aventura de enseñar. Veo al profesor Hundert y creo ver a mi amigo. Un hombre que atesora grandes valores, culto, extremadamente culto y sensato. Creo, firmemente, que muchos alumnos acabarán agradeciendo que un día mi amigo decidiera dejarlo todo para cruzarse en sus caminos.

jueves, diciembre 01, 2005

hipertrofia gonadal


Hacía tiempo que no echaba unas líneas. Es una pena que tenga que ser en estas condiciones, con los bajos hinchados a costa de la pachorra humana con la que tiene que lidiar uno día a día. Hoy ha sido uno de esos días en los que dejas de ser invisible y maldices el momento en que cobraste tangibilidad para el resto del mundo: ¡Eh, tú! ¡Mequetrefe! mira mi ombligo. Es el ombligo del mundo, me sueltan los "hombres-ombligo", como si sus ombligos no acumularan pelusilla, como si fuera aquello un granero de flores de lis. Es lo que tienen los ombligos, que crecen siendo el centro en torno al que gravitan míseros universos de poliespan y purpurina, y los demás, los "hombres-quetefollen", tan solo vinimos al mundo para dar testimonio de la belleza que irradian aquellos, para boquear estupefactos ante los pesares y tribulaciones que asolan sus divinas existencias. Pobrecitos. Sólo ellos tienen problemas, sólo ellos tienen ombligo.

domingo, noviembre 20, 2005

El elefante encadenado


"Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía creía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...."
Jorge Bucay

lunes, noviembre 07, 2005

Esto no viene a cuento de nada

"Cultivo el odio a la acción como una flor de invernadero. Presumo ante mí mismo de mi disidencia de la vida".

Fernando Pessoa.

...Creí ganarle la partida al tiempo y era el tiempo el que se dejaba hacer. Malbaratando constantemente mis horas, regalándolas a manos llenas,...

sábado, noviembre 05, 2005

Arde París

¿Qué diablos está pasando allá arriba? Arden coches y edificios día tras día y quienes participan de tanta locura ni siquiera esperan a que caiga la noche para dar rienda suelta a todo el salvajismo y la ira contenida durante años (con o sin razón). ¿Tendrá acaso algo que ver el carácter autoritario y la férrea voluntad del ministerio de interior francés por implantar la mano dura?¿Será que palabras como "chusma" o "gentuza" o "escoria" en boca del inefable Sarkozy y con los cuerpos todavía calientes de Ziad y Banou, constituyen el único bálsamo que conoce el ministro para apagar tanto fuego? "Cuando uno dispara balas verdaderas contra la policía uno no es un joven sino un matón", apostilló en una ocasión quién sabe si para justificar lo injustificable. De todos modos, ahora sí, ya solo caben los remedios fascistas. Hay que tirar de antidisturbios y de tanquetas y de todas esas historias ante cuyo despliegue se deleita tanto autoritario acomplejado.
Deberían echar un vistazo a nuestros vecinos todos aquellos que durante tanto tiempo ( y aún hoy) se han dedicado con inquina y ahínco a sembrar odios y a exacerbar diferencias de modo tan maniqueo y arbitrario. Deberían poner sus barbas a remojar desde el mismo día en que se encaminan ufanos hacia su urna, papeleta en mano, previsibles en su suficiencia como elefantes en una cacharrería.

viernes, noviembre 04, 2005

Mr.Ansar, Where are you?


Ando enfrascado en la lectura de todos los artículos que Javier Marías (me deshago en genuflexiones) publicó en el suplemento dominical de "el País" desde febrero 2003 a febrero de 2005, unos noventa y nueve creo recordar, y que ahora vienen primorosamente recogidos de la mano de alfaguara bajo el sugerente título de "El oficio de oír llover". La cuestión es que casi me había olvidado (del todo es imposible) de todo el odio y la crispación que Mr. Ansar y sus adláteres sembraron a lo largo y ancho de nuestro singular conjunto de singularidades nacionales, por no nombrar lo mucho y bien que se le recuerda en algunos de los corrillos que se forman entre los clientes del hotel Guantánamo o los lugareños que sobreviven en Irak. Casi me había olvidado, digo, porque es absolutamente imposible (ni en modo alguno pretendo, flaco favor democrático nos haríamos) amordazar a todos los voceros que en el PP han sido y que todavía siguen ladrando al son de tripartitos, estatuts y de más historias propiciatorias de las más arrebatadas soflamas que a la menor ocasión nos sueltan de carrerilla, como si de una consigna "Made in FAES" se tratase. La primera parte del libro (sigo con él) es un florido homenaje a la gestión de ese pequeño gran hombre que a tantos comediantes e imitadores ha dado de comer y que, al mismo tiempo, tantos atragantamientos masivos ha producido con su sola presencia, con la versatilidad de su verbo anglosajón (solo comparable a la del príncipe gitano - escúchese "In the ghetto"-) o su contagiosa sonrisa de indigestión perpétua. Mr. Ansar, ¿Por dónde anda, buen hombre? No , no, no hace falta que vuelva, no se moleste, con lo que nos ha costado que se largara (qué largo se nos hizo verle cumplir su promesa de batirse en retirada y qué caro nos lo cobró), estas líneas eran solo para rendir homenaje a todas aquellas veces, pocas, que nos ha hecho reír con el fruto de su disparatado, ególatra e insufrible proceder. ¡Ole Mr. Ansar! pero, en lo sucesivo, por favor, que le rían los chistes en su casa.

martes, noviembre 01, 2005

Neverland


Nos mentiste Peter, muchacho, nos llenaste la cabeza de pajaros. Renunciamos a comernos el mundo y permitimos que se lo repartieran los mismos desaprensivos que vimos salir en estampida, alejándose en frenética carrera, todos buscando a empellones un sitio en la feria que nos ha tocado vivir. De entre todos los que resistieron, de entre todos los que juraron no marcharse tan sólo permanezco yo, sentado en el que bien podría considerarse mi peldaño, en esa vieja escalera que ha visto subir y bajar a tanto advenedizo en ciernes. Todos se despidieron de mí sin mirar atrás: prescindible siempre como las cosas sin remedio, ya me conoces.
Con la misma cara de imbécil, Peter, con la misma me he quedado recordando toda la gracia que gasté a manos llenas cuando la creía eterna e inmensurable. Que poco te hubiese costado ponernos sobre aviso. Con todo sigo esperándote, Peter, algo cansado ya, la verdad, con el pecho menos liviano emponzoñado como lo tengo de tanta certidumbre consumada, de tanta realidad que no digiero. Envía a alguien que me recoja, que me lleve bien lejos, que me cuente de tí todo lo que ya a penas consigo recordar.
Los días transcurren desangelados y grises, Peter, cuando ya nadie comparte contigo el pan y la sal. Nos mentiste, Peter, y yo no consigo creer en nada que no sean tus mentiras.

domingo, octubre 30, 2005

A good Woman

Un joven matrimonio es expuesto a un peligroso rumor que circula en la alta sociedad. Robert Windermere es acusado de proporcionar cuantiosas sumas de dinero en secreto a Mrs. Erlynne, una madura mujer de dudosa reputación, mientras tanto, su mujer Meg Windermere llama la atención de Lord Darlington, un conocido playboy. La llegada de Mrs. Erlynne a la Costa Amalfitana la convierte en el foco de atención de todos los hombres de la Riviera, en especial de Lord Augustus "Tuppy", quien le declara sus sentimientos desde el primer momento. En el 21 cumpleaños de Meg la situación llega a un punto crítico, la joven esposa despechada huye de la fiesta para fugarse con el atractivo Lord Darlington.



Hoy he visto esta película, un poco a destiempo, lo sé (ya no frecuento tanto los cines como antes). Aparece Helen Hunt, y eso para mi ya era un motivo de peso. La he visto, a Helen, un poco ajada; aunque su papel, me he dicho como quitando hierro al asunto, requiere que la protagonista sea una mujer madura hasta el punto de poder arrogarse la maternidad de otra de las protagonistas, eso y cierta belleza que dé crédito a su papel de mujer fatal. De acuerdo, Helen es ideal para el papel, pero me duele comprobar como el paso del tiempo emborrona una belleza que no debería desaparecer jamás, me duele aunque sea un espejismo eventual ejecutado deliberadamente por el equipo de maquillaje. Hay mujeres de las que uno un buen día se enamora y ya permanecen por siempre como deificadas, a resguardo del perentorio flujo temporal; inmaculadas en una imagen que nuestra mente corteja a su antojo; cautivas en la magia de cuatro escenas recurrentes que se nos aparecen como por ensalmo cuando alguien pronuncia sus nombres. Ya tendré tiempo de enamorarme de Scarlet johanson, no lo descarto. Por lo pronto prefiero abandonarme a mis añejas y fieles ensoñaciones.
Suena "Brown eyed girl" de Van Morrison en mi ordenador. Alzo mi vaso y cuatro pedazos de hielo danzan apretados entre el cobre del bourbon. Cierro los ojos y te veo pasear con el sol a tu espalda, nimbada por la luz que juguetea con tu pelo. Te detienes y sonríes, y el mundo, que se detiene contigo, me parece hermoso porque tú habitas en él. Porque respiras en algún sitio ajena a mi desvarío y sonríes para alguien con mucha, mucha suerte. Brindo por la suerte de ese hombre; mantengo mis ojos cerrados y brindo por su condenada suerte.

sábado, octubre 29, 2005

Cuenta hasta cien



Yo estoy chungo. Yo sé que esto mio no es muy normal y que el día menos pensado hago de esta aldea cutre y cateta hasta las trancas otro Puerto Urraco. Sé que en el fondo vivo amargado en esta villa de paletos acomplejados por mucho que la gente se empeñe en decirme que soy y se me ve muy majo, que, por otra parte, es lo que acostumbra a decirte la gente cuando les importas lo mismo que un escarabajo pelotero. Ya sé que no se puede generalizar pero yo lo hago, porque sí, porque estoy hasta las pelotas de vivir en un pueblo de mierda donde te hacen volver a tu casa cuando te faltan diez céntimos para comprar el periódico y sus DVD's de la colección de turno que sea (aunque sepan que llevas años viviendo en el pueblo y lleves dejados cinco sueldos en propinas por no querer recoger la vuelta, tonto que eres); porque estoy hasta los huevos de que te nieguen el saludo en la calle, seguramente porque no hablo catalán, como ellos, o porque lo hago como si mascara cien euros de chicle mientras canto Mami qué será lo que tiene el negro; porque me revienta que el de la luz, el gas o cualquier otro tio que se digne a picar (aporrear normalmente) mi puerta se marche y me deje tirado porque algún vecino cabrón le ha dicho que ahí no vive nadie (que hijos de puta, claro, si para ellos todo lo que no sea babear obnuvilados por sus gegants y sus geperuts y sus chorradas folclóricas es no vivir, no conciben que me atrinchere y no comparta el regocijo de los lugareños y que no me provoquen erecciones ni multiorgasmos todas esas fiestas populares que parecen organizadas por mongólicos profundos). Nada hombre, no me lo tengan en cuenta, un mal sábado lo tiene cualquiera. Yo en el fondo soy muy majo y los catetos de este pueblo, para mí, majííísimos.

jueves, octubre 27, 2005

Invisibles


Supongo que nunca se es plenamente consciente. Acaso tan solo en contadas ocasiones. Seguramente la inabarcable sensación de desarraigo se vuelve más sombría y tangible cuando acertamos a dar con aquello que nos obliga a ver con nuevos ojos. Cuando ya menos cegados por el vislumbre súbito de la realidad, empiezan estos a beber la nueva y mortecina luz que nos es dada a cucharadas secas y destempladas.
Somos vistosos trajes que ocultan y escamotean, prendas primorosamente elegidas de las que nos vemos despojados al menor contratiempo. A veces, las menos, hay cierto alivio en ello y agradecemos que cese finalmente la mascarada. Otras veces, en cambio, comprendemos horrorizados la verdadera magnitud de nuestra propia desnudez, de la vacuidad que nos conforma.
Invisibles en la calle, o en nuestro trabajo, o ante los ojos de quien amamos, invisibles siempre, tarde o temprano.

domingo, octubre 23, 2005

Serendipity




¿Te gusta el cine ñoño y pastelón? ya sabes, ese tipo de comedias románticas en las que todo acaba invariablemente bien, donde el chico encuentra chica y no hay dios que los separe se convierte en el "leit motive" en torno al cual gira todo el argumento. Si es así y además te emocionas hasta con los anuncios de turrón, Serendipity es tu película.

Comedia romántica acerca de la fuerza del destino sobre dos personas que acaban no deseando otra cosa que reencontrarse. Cierto bullicioso día de compras del invierno de 1990, Jonathan Trager (John Cusack) se cruza con Sara Thomas (Kate Beckinsale). Son dos extraños en medio del gentío de la ciudad de Nueva York cuyos pasos han coincidido llevados por el loco torbellino festivo, cayendo presos de una mutua e irrefrenable atracción. Aunque cada uno de ellos está comprometido con su respectiva pareja, Jonathan y Sara emplean toda la tarde vagando por Manhattan, sin saber en todo ese tiempo el nombre del otro. Para cuando la velada llega al inevitable final, ambos sienten la necesidad de decidir el siguiente paso a dar. Cuando un turbado Jonathan sugiere intercambiar números de teléfono, Sara se detiene bruscamente y propone una idea que deja en el destino las riendas del futuro. Si resultan estar predestinados a permanecer juntos, le dice Sara, hallarán el modo de reencontrarse. Cuanto menos, ése es el plan. Sin embargo, la suerte no apunta en tal dirección. Algunos años después, las vidas de Jonathan y Sara han emprendido direcciones drásticamente distintas, hallándose ante la perspectiva de casarse con otra persona. De una vez por todas, ha llegado la hora de la verdad para ambos al tratar de satisfacer la curiosidad localizándose mutuamente por todos los medios posibles. Pero, ¿podrán burlar el destino y sujetar sus riendas?.
Según la wikipedia (allá cada cual) Serendipia "es un neologismo procedente de la palabra serendipity y hace referencia al modo en que se produce un descubrimiento científico trascendental que se realiza de repente gracias a un accidente o una extraña casualidad."
Extrapolada a un ambito mucho más convencional, la serendipia sería una increible casualidad, quizá como tantas se dan en nuestras vidas, en infinidad de detalles, pero ésta además se caracteriza por resultar tan descabellada que resulta imposible no pensar que ha podido ser dirigida por "algo", llamémoslo... ¿destino?

viernes, octubre 21, 2005

The night of the parrot


Pos eso, esta noche ha sido la del loro. Ya me sé de memoria todas las imperfecciones de la loza del baño. De hecho, creo que he dejado una especie de surcos sobre las baldosas que a modo de raíles me llevaban de la cama al baño y de éste a la cama. Y es que la culpa la tiene la ingente cantidad de mierda plastificada que nos llegamos a comer. Uno ya no es capaz de discernir qué pudo llegar a ser lo que le sentara mal. Glutamato monosódico, conservantes, estabilizantes, espesantes, guisantes y colorantes y otros cientos de aditivos varios. Cientos de productos que se encargan de convertir un truño de perro en un suculento chuletón. Así nos va. Ahora les dejo, ya saben dónde encotrarme, y háganme caso: cenen algo ligero. Las pizzas las carga el diablo.

jueves, octubre 20, 2005

Amargados


Hay personas que deberían llevar un cartel sobre la cabeza, un rótulo luminoso de grandes proporciones que anunciara su estado de ánimo para que todos supiéramos a qué atenernos. Suelen ser, estos especímenes, egoístas en grado superlativo. Yo lo sé bien porque aunque me esfuerzo por no contrariar al prójimo cuando es mi propio estado de ánimo el que anda contrariado, lo cierto es que no siempre lo consigo; me siento egoísta en esos momentos muy a mi pesar. Deduzco, pues, que el amargado sistemático e inmoderado debe por tanto rebasar cotas de egoismo inusitadas. Nadie tiene la culpa de nuestras desventuras y sin embargo a menudo cargamos contra personas que, no sólo no son las causantes de nuestros males, sino que la mayor parte del día se esfuerzan por hacernos sentir mejor. Elegimos como víctima propiciatoria a la persona de nuestro círculo más íntimo, aquella ante la que no cabe despojarse ya de más velos y descargamos injustamente toda la bilis depositada sobre nosotros, injustamente también. Rubricamos con nuestros actos una doble injusticia, redoblamos la moneda de nuestro amargo pago y corremos así el peligro de perpetuar la inercia de un mal absurdo henchido de azufre, una suerte de arma arrojadiza de alcance tan incierto como peligroso.

domingo, octubre 16, 2005

Padres


Hoy he ido a comer a casa de mis padres. Había transcurrido el tiempo necesario como para intuir el aluvión de reproches velados que debería soportar en cuanto cruzara el umbral de mi antiguo domicilio. "¡Qué caro eres de ver, hijo mío!", ¡Dichosos los ojos!", "¡Contigo quería yo hablar"!, ... bueno, la verdad es que muy diplomáticos, así, de entrada, no fueron, pero lo cierto es que tenían razón. Cada vez dejo pasar más tiempo entre visita y visita, y eso hace que me sienta francamente mal, me acarrea un sentimiento de culpabilidad absurdo porque..., lean esto bien, ¡Los veo cada semana! Cada jueves para ser exacto. Los dos como un reloj, a la puerta del curro, que yo no sé cómo no se descojonan de risa los compañeros, o el personal de seguridad de la entrada, que ya nos deben de tener calados. La cuestión es que los padres tienen esa aura de autoridad implicita que rodea todo cuanto dicen y/o hacen, reconvirtiéndote en el pequeño mequetrefe que eras con sólo intercambiar cuatro frases hechas contigo. No se cuestiona lo que dice un padre, no señor, aunque por dentro te estés cagando en todo tu santo linaje. Que te sueltan un bocadillo de panceta con suficientes calorías para frenar el hambre en Africa durante una semana, pues te lo comes y a callar; que el cocido te produce flatulencias, pues te las guardas que van a subir el gas natural,...y así con todo. Y de política o de futbol mejor no hablamos; lo que no aguantarías a un extraño sin la consiguiente pateada testicular, a tu santo progenitor sin chistar. Bueno discutir sí que discutes, pero sabes que la sangre no puede llegar al río, porque tarde o temprano ahí estás tú otra vez, tragando en todos las acepciones del término. Procurando sacarle brillo a esa faceta tuya de fajador impenitente. Y luego esas toneladas de comida ya de vuelta a casa, que los vecinos te ven y luego corren al televisor para ver si anuncian alguna catastrofe de esas que empuja a las masas a saquear los supermercados. En fin, qué les voy a contar que no sepan ya. En todos sitios cuecen habas y en mi casa incluso algún domingo.

sábado, octubre 15, 2005

Pitol de la mano


Andaba yo esta mañana por el Corte Inglés, aparcado cariñosamente por mi mujer en la sección de libros, mientras ella daba rienda suelta a esa críptica y nunca bien ponderada pasión femenina por el "prêt-à-porter" de ocasión. Siempre acostumbro a dar una primera vuelta de reconocimiento para hacerme una somera composición del lugar: dar con las últimas novedades editoriales y sortear las toneladas de volúmenes para codigoDaVincianoadictos con las que los dependientes construyen castillos y parapetos varios, mientras intento desenterrar las joyas literarias (pocas encontraran aquí pero haberlas haylas) que acostumbran a dormitar tras los susodichos parapetos o bajo ingentes cantidades de morrala de autoayuda. En esas circunstancias concedo un breve tiempo de descanso a mis manos (hartas de tareas mundanas propias de manos, no me piensen mal), para que se abandonen y divaguen acariciando todo tipo de cubiertas y tapas. He estado tentado en llevarme cien libros (es lo que tiene la tentación, que no cuesta dinero) pero la realidad económica obliga, la realidad económica y el buen hacer de ciertos escritores cuya letra impresa acostumbra a decantar la balanza de nuestro medroso albedrío, que cede ante reflexiones tan hermosas como la que aquí les dejo, y con la que de bruces me tope en cierta contraportada:
"Uno, me aventuro a decir, es los libros que ha leído, la pintura que ha conocido, la música escuchada y olvidada, las calles recorridas. Uno es su niñez, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios. Uno es una suma mermada por infinitas restas".
"...una suma mermada por infinitas restas". Me sorprendió que semejante fórmula, tan cargada de razón, pudiese expresarse al mismo tiempo de forma tan bella y simple. No pude por menos que rebuscar en mis bolsillos y copiarla en uno de tantos papeles que siempre van conmigo y que en todos sitios pierdo. La frase es de Sergio Pitol y el libro es "El mago de Viena". Este mago, el vienés, no vino conmigo a casa. Me llevé al otro, al mejicano, cautivo en un libro de relatos publicado por anagrama: "Los mejores cuentos". En la portada aparece una foto suya, sonriente, sentado sobre un poyo, con las piernas cruzadas y los brazos extendidos, reposando las manos sobre dos objetos propios de un mago o un prestidigitador: un bastón y una gallina. En casa lo tengo, esperando sentado a que yo ponga al día mis lecturas. Acariciando su gallina mejicana de barro cocido y la empuñadura de su bastón mientras se ríe de los templarios y de Leonardo y de todas las intrigas vaticanas, porque aquí la magia, como el bacalao, la cortan los de siempre.

jueves, octubre 13, 2005

Walken



Alto, delgado, desgarbado, con el pelo indomeñable ("Mi pelo fue famoso antes de que yo lo fuese") y la mirada atormentada. Christopher Walken (Ronald Walken) nos ha prestado su imagen para vestir todo tipo de personajes, dosificando sus apariciones y la singularidad de su físico con acierto desigual pero siempre para dotar de cierto marchamo de calidad inconfundible a todas aquellas películas que forman parte de su nada despreciable filmografía.
A las órdenes de Michael Cimino intervino en el filme "El cazador" junto a Robert de Niro, papel por el que fue premiado con el Oscar y el reconocimiento de la comunidad de actores. Despuntó en "Annie Hall" (1977) de Woody Allen, donde daba vida al hermano esquizofrénico de Diane Keaton. Han sido muchas sus películas desde entonces, más de cincuenta, entre las que figuran Pennies From Heaven (Dinero caído del cielo) de Herbert Ross, nominada al Oscar; la adaptación de David Cronenberg de La zona muerta de Stephen King; Hombres frente a frente de James Foley, junto a Sean Penn; Desventuras de un recluta inocente de Mike Nichols, basada en la obra teatral de Neil Simon; el descarnado drama policial de Abel Ferrara King of New York; y la comedia de Joe Roth Americas Sweethearts, co-protagonizada por Julia Roberts, Billy Crystal y John Cusack.
En los últimos años Walken ha logrado crear algunos de los personajes más memorables de la historia del cine, interviniendo en papeles de reparto y cameos como Vincent Coccotti en Amor a quemarropa de Tony Scott, como el capitán Koons en Pulp Fiction de Quentin Tarantino (impagable el monólogo que, ante un Bruce Willis niño, desvela la historia del reloj que perteneció a su padre), como Carlo Bartolucci en Suicide Kings, como El Jinete Decapitado en Sleepy Hollow de Tim Buron, y como el deshonesto hombre de negocios Max Shreck, en Batman vuelve de Burton. ...
De todas sus interpretaciones y sin contar todas aquellas por las que ha sido sobradamente reconocido, guardo especial recuerdo del profesor Johnny Smith ("La zona muerta"), sobretodo en aquella escena en la que se encuentra fortuitamente con quien fuese su prometida antes del accidente que le dejó en coma durante varios años: Se abre la puerta y aparece una mujer (Brooke Adams - Sarah) que colabora en la campaña electoral del candidato "Sheen", la mujer con quien, ayer, íbamos a compartir la vida. Hoy, esa mujer sonríe distante y nos mira como se mira un recuerdo ajeno; nos presenta a su marido, nos dispensa cuatro palabras que pretenden ser cordiales y se despide rápidamente, como si ayer fuese hace mil años. Se cierra la puerta, y con ella el nudo que anida en nuestra garganta.
Recientemente he visto "Around the bend" ("A la vuelta de la esquina", aquí una entrevista) y Walken ha vuelto a trenzar ese nudo a su antojo. Gracias por seguir ahí, Ronie. Estamos contigo.

martes, octubre 11, 2005

El último cigarro


Decidió encender un cigarrillo. La cajetilla reposaba a un lado medio abierta, junto al encendedor y las llaves de la casa a la que no pensaba volver jamás. Era un paquete nuevo. Nada especial. El primero en once años, sólo eso. Entró en el estanco y permitió que aquella mujer de mirada opaca eligiera por él. Parecía desconcertada cuando le propuso elegir la marca que fumaría el resto de su vida. Desconcierto y aprensión, cierto brillo chisporroteando brevemente y luego de nuevo la desidia que enfangaba sus ojos de muñeca ausente, surgiendo a borbotones, anegándolo todo. "Me llevaré también un encendedor. Elija el que elegiría para hacerle un regalo a alguien querido; un hijo o un sobrino; no, no, mejor a un amante; a un antiguo amante a quien no ve desde hace muchos años; al que fuera el amor de su vida". Cogió, sin embargo, lo primero que le vino a mano, o esa fue la impresión que le causó al contemplar como se daba la vuelta sin prisa ni pausa de la que pudiese inferirse atisbo alguno de reflexión. "Está muerta...", pensó, "...tan muerta como yo". Se marchó sin recoger la vuelta, pagó el doble y se marchó dejando tras sí el alborozado tintineo de las campanillas que pendían en la entrada. Cruzó la calle ignorando el tráfico, ascendió hasta la azotea de su edificio, se sentó en el antepecho de la balaustrada principal y encendió el que sería su último cigarrillo.
Al exhalar la primera bocanada recordó haber leido en alguna parte que los hombres son mejores cuando escriben que cuando hablan. Maldijo no disponer de papel ni de nadie que pudiese dar cuenta de sus palabras escritas; no palabras de callarse cosas sino de decirlas, bien claras. Dió un par de caladas más, la última desprendió unas cuantas pavesas que descendieron trazando espirales candentes como almas caídas. Las siguió con la mirada perdida y el corazón más perdido aún y supo entonces que la suya era la agonía en la memoria de todos los corazones.

lunes, octubre 03, 2005

Eclipse


En 2026 se repetirá. En 2028 será nuevamente anular. "Para entonces tengo tiempo de preparar unas vacaciones a cualquier otro lugar donde la gente no se comporte como los figurantes de la invasión de los ultracuerpos". Pensé esto mientras a mi alrededor todo el mundo parecía haberse levantado con el propósito de presenciar aquel fenómeno único (otro más junto a los gavilanes): turistas, estudiantes, oficinistas, niños, jubilados y señoras de las que se desgañitan frente al televisor viendo "El diario de Patricia", estas últimas también escudriñando el cielo, con la marcialidad que sus maltrechos cuerpos a penas sí les permiten adoptar, y esas gafas trekkies de diseño imposible...

Andaba en estas cuando reparé en mi sombra. Aquella luz crepuscular debía ser la causante porque así, a bote pronto, me resultó extraña. Hermosa y nítida como una acuarela. Casi viva. No, decididamente aquella no podía ser mi sombra. Si bien se ajustaba a las dimensiones y hechuras capaces de satisfacer un examen poco riguroso, lo cierto es que había algo en ella que por no resultarme familiar suscitaba cierta aprensión, algo así como cuando uno se acerca a un objeto extraño con la sospecha de que pueda cobrar vida de un momento a otro. Observé con detenimiento el novedoso detalle con que se cincelaba mi silueta por las aceras al tiempo que me sentía arrastrado por ella. Sí, estaba tirando de mí, podía sentir como tiraba de mí a lo largo del adoquinado pavimento mientras todos aquellos marcianos de ópera bufa seguían pasmados mirando el cielo. Nadie parecía darse cuenta. Nadie excepto yo, que seguí a mi nueva sombra por entre los callejones sombríos y húmedos de "Ciutat vella" con el paso apremiante de quien parece estar buscando un W.C. Anduve así un largo trecho, con una prisa absurda que me gobernaba, siguiendo aquella sombra que se deslizaba por las paredes con desenvoltura líquida, obligándome a danzar bajo los soportales, diluyéndonos ambos súbitamente en todos los escaparates, fundiéndonos como cuentas de mercurio en cuantos charcos surgían a nuestro paso. Sucedió al doblar la esquina. Una de tantas, pensé entonces. Ahora y siempre la esquina del eclipse. Una chica con cara de no entender nada se detuvo azorada a un par de metros, frente a mí. Trataba de recomponer su aspecto mientras me miraba hecha un mar de dudas. Nuestras sombras se besaron, lánguida y apasionadamente mientras nosotros recuperábamos el aliento. Hicimos como que no veíamos, nos sonreímos por compromiso, intercambiamos varias fórmulas de cordialidad improvisada y prometimos volver a vernos un día de estos, tras cesar el eclipse, cuando nuestras sombras recobraron su naturaleza inerte. Intercambiamos teléfonos y bromeamos un poco. Sus ojos parecían cansados y tristes, todavía con cierto poso de desconcierto rielando en su fondo ambarino. Tal vez los vuelva a ver en el dos mil veintiséis o veintiocho, cuando se repita el fenómeno y se busquen nuestras sombras, y nosotros no tengamos más remedio que asistir expectantes y cariacontecidos al sombrío enlace. Llevaré conmigo unas de esas gafas de diseño imposible y esperaré su llegada con ellas puestas, al abrigo del fuego solar y el brillo cobrizo de sus ojos tristes.

sábado, octubre 01, 2005

Pasó una nube

Demasiado tiempo en el camino, conmigo. Mascullando verdades crepusculares, enhebrando pensamientos muertos...
Retomé el camino sólo hace tanto tiempo que ya no consigo recordar cuándo ni por qué. No sabría, me temo, desandar lo andado. Ni aligerar el paso. No sabría acompasar las risas ni perseguir el vuelo de las palabras ni someterme a la cadencia del idioma fresco que me ofreces y que ya apenas reconozco.
Recobrar el aliento a la sombra de algún recuerdo es todo cuanto me queda, todo cuanto me puedo permitir. Y esperar. Y veros pasar sonriendo de la mano. Soñar con hacer mía la complicidad que os uniforma y tratar de comprenderla. Memorizarla como la letanía escolar de la última lección aprendida; salmodiarla ya de vuelta al camino. Otra vez sólo, conmigo.

miércoles, septiembre 28, 2005

House


El doctor Gregory House, especialista en el tratamiento de enfermedades infecciosas, "es un firme creyente de que debe curar las enfermedades, no a los pacientes".
"La serie está ambientada en un hospital universitario de Princetown, donde el Dr. House dirige una unidad especial, encargada de pacientes afectados por dolencias extrañas, en la que colaboran un selecto grupo de aventajados ayudantes.
Para lograr sus objetivos y solucionar sus casos, House no duda en enfrentarse con sus superiores e incluso con la administradora del hospital, la doctora Lisa Cuddy, con la que mantiene una relación de difícil equilibrio. Apoyado y cuestionado a partes iguales por sus colegas, House transige las leyes, apuesta por métodos revolucionarios y no se deja intimidar ni por la enfermedad ni por las limitaciones de la ciencia.
Con cuatro candidaturas a los Emmy 2005 incluyendo la de mejor actor para el británico Hugh Laurie (Los amigos de Peter, Sentido y sensibilidad, El hombre de la máscara de hierro, Stuart Little, 101 Dálmatas) da vida a este personaje, muy distinto de los protagonistas de otras producciones de este tipo. Junto a él, destaca la presencia de Robert Sean Leonard (El club de los poetas muertos, Mucho ruido y pocas nueces, La edad de la inocencia), que da vida al oncólogo James Wilson, uno de los pocos amigos del protagonista, así como de los jóvenes actores que dan vida a sus colaboradores: Omar Epps (Alfie), como el neurólogo Eric Foreman; Jennifer Morrison (Dawson crece), como la inmunóloga Allison Cameron; y el guapo Jesse Spencer como el internista Robert Chase.
Completa el reparto la actriz Lisa Edelstein (Lo que piensan las mujeres, Mejor… Imposible), que da vida a la doctora Cuddy, responsable del hospital.
House destaca también por una original aproximación a los casos. El hecho de que el servicio donde ejerce el protagonista sea una unidad dedicada a enfermedades raras da oportunidad a los creadores para mostrar de una manera muy realista qué es lo que afecta a cada paciente: escáneres, radiografías, y secuencias figuradas del interior del cuerpo humano, al estilo Viaje alucinante, añaden un toque trasgresor y nuevo a esta producción."
Toda esta información corresponde a mundoplus.tv.

domingo, septiembre 25, 2005

Querida Joey


Querida Joey:
Dicen que te llamas Katie, Katie Holmes; que andas con un chico raro abonado a la cienciología, uno de esas multinacionales con sonrisa profident que ya no conciben la vida sin un asesor de imagen o una legión de admiradores que le recuerden cada día que es Dios. Dicen que hace tiempo que dejaste de ser esa chica de provincias que un buen día decidió salir de su pueblo, y ya puestos, comerse el mundo a ver qué tal sabía; que lo tuyo es ser actriz y lo mismo te va lo de mujer fatal que lo de chica tímida. Pero yo sé que te llamas Joey, que vives con tu hermana y sigues atrapada en un pueblo, llena de sueños y enamorada de un amigo de la infancia al que visitas cada noche, colándote por su ventana. Muchos te vimos crecer junto a él, ese tal Dawson, y maldecíamos su ventana porque no era la nuestra; suspirábamos por llevarte al baile del instituto, por besarte bajo el porche de tu casa, cada noche, al despedirnos, susurrando un "buenas noches" pronunciado como un "te quiero" mientras nos perdíamos irremisiblemente en esas cuentas de melaza con que nos miras tiernamente. Cada noche, frente a tu casa, en nuestros sueños. Buenas noches Joey. Hasta mañana.

sábado, septiembre 24, 2005

La condesa de Vilches



La Condesa de Vilches(1821-1874) fue Doña Amalia del Llano y Dotrés, y el nombre de un óleo sobre lienzo de 126x89 cm., obra de Federico Madrazo Küntz (1815-1894), actualmente expuesto en el museo del Prado y que yo ahora incluyo aquí porque sí, porque tengo muy altas pretensiones y muy poca vergüenza, y porque la única razón cabal que guía mi criterio es precisamente la sinrazón que pretende gobernar esta bitácora. Lo cierto es que, además de todo lo anteriormente escrito, que escrito queda, a menudo me abandono a la navegación incierta por estos mundillos virtuales que la red pone a nuestra disposición, y fruto de esas incursiones son estos extemporáneos hallazgos que a nada llevan, pero que encierran cierto misterio del que no me puedo sustraer plenamente. Como la mirada que la condesa regaló en su día al maestro Madrazo y que, me da en la nariz, oculta demasiados secretos de alcoba. ¡Ay, si las condesas hablaran!

jueves, septiembre 22, 2005

Neverwhere


El personal de seguridad del edificio donde trabajo es de natural taciturno, a qué negarlo. En el año que llevo trabajando aquí apenas hemos intercambiado algo más que unos parcos saludos a la entrada y la salida. Pero hoy me ha sorprendido la predisposición y prolijidad comunicativa con que me han salido (literalmente) al paso. Cabe mencionar que la presencia de dos vehículos de bomberos, varios agentes de la policía municipal y algún que otro coche patrulla de los "mossos d' escuadra", bien podían alterar el estado anímico de los seguratas, por lo general tardo y vegetativo, propio de un trabajo ingrato que les exige grandes dosis de responsabilidad a cambio de una actividad física de mojón de carretera comarcal. Al acercarme a la entrada me han informado de forma parca y un tanto expeditiva sobre el motivo que vedaba el acceso al edificio: un incendio en el juzgado 44. La causa y el estado final del mismo eran cuestiones que no parecían dispuestos a compartir conmigo, seguramente porque ya intuían lo mucho que esas explicaciones podían repetirse a lo largo del día o sencillamente porque las consideraban materia reservada para altos cargos. Parecían desacostumbradamente tensos, como con ganas de agradar y así mostrarse a la altura de las chamuscadas circunstancias. Casi me alegraba por ellos al verlos, por fin, desenvolverse en esa extraña y novedosa situación que tanto parecían haber esperado. Impertérritos, marciales, con un par. Hubiese querido permanecer unos instantes junto aquellos heroes de atrezzo, para felicitarles muy sutilmente, sin alharacas ni excesos que pudiesen menoscabar la profesionalidad y el rigor que sólo ellos parecen poner fuera de toda duda. Les espera una dura jornada, pensé mientras me apresuraba a tirar de móvil para avisar a lo compañeros. Nosotros de fiesta forzosa, sin poder acudir a nuestros puestos de trabajo, y ellos allí, al pie del cañón.
De algún modo, su existencia en la sombra me ha recordado una de mis últimas lecturas. Un libro de Neil Gaiman titulado "Neverwhere" (del que, por cierto, existe una versión televisiva de seis episodios que escribió él mismo en 1996 para la BBC. Espero poder localizarla por la red). En el libro, Gaiman recrea un submundo ubicado bajo el metro de Londres, una realidad donde coexisten "Londres de arriba" y "Londres de abajo" indisolubles y dependientes al mismo tiempo, pero inabarcables simultáneamente. Pertenecer al mundo subterráneo significaba desaparecer por completo para el mundo de la superficie. Un viaje de vuelta es imposible dado que tras ingresar en el submundo (aunque fuera de la forma accidental en que lo hace el protagonista, Richard Oliver Mayhew) te conviertes en una especie de sombra, un vago recuerdo, algo que simplemente no está ante tus ojos. Hay muchas personas con las que nos cruzamos a diario y que no parecen estar ante nuestros ojos. Como si anduvieran, resignados, de un sitio para otro buscando algo que hubiesen perdido hace mil años. No reparamos en ellos. No existen. No nos importan sus vidas, sus inquitudes o sus miedos, sus recuerdos o sus sueños. No nos importan porque no son los nuestros, porque en nuestro mundo, que somos exclusivamente nosotros mismos, no existen. El proximo lunes, cuando llegue de nuevo al trabajo, limpiaré mis gafas con empeño y abriré bien los ojos. Volveré a dar los buenos días de rigor, pero esta vez sosteniendo sus miradas con la calidez de una sonrisa. Una de esas que te hace sentir que existes incluso aquí, en la superficie.

martes, septiembre 20, 2005

"Mrs. D."


Mrs. D. ha tenido a bien sacarme a pasear durante la hora del almuerzo. Mrs. D., que es una fémina de nuestro tiempo (pero todo corazón), concienciada con lo divino y lo humano, harta de tanta injusticia y atropello social, me ha invitado a presenciar su propósito de enmienda para con el proceder improcedente de una zapatería de cierto prestigio. Carísima, por cierto. A ese prestigio aseguraba ella apelar cuando explicó a la dependienta la razón de su desazón, a saber: una par de zapatos adquiridos en dicho establecimiento habían desteñido con la lluvia de estos días y se le habían transformado en algo fucsia de aspecto acharolado. Algo inaceptable, desde luego, algo impropio del saber hacer y la distinción inherentes a la marca. Algo insoslayable de no ser porque los zapatos se compraron hace... dos o tres años. Un detalle este que permitió a la dependienta esbozar la sonrisa más impúdica, sarcástica y socarrona que esbozarse pueda en una zapatería para bajarle el copete a una clienta. La dependienta (¡Qué mal bicho!), muy estirada ella, se ha desecho en alharacas y formalidades aviniéndose a cuantas reclamaciones se quisieran formular, conocedora (la muy lagarta) de la infuctuosidad que tales acciones le iban a reportar a Mrs. D. Ésta (Mrs. D.), que no pierde la jovialidad aranesa y su flema natural así la asalten los tercios de Flandes con Don Gonzalo de Bracamonte a la cabeza, ha dado buena cuenta del impreso facilitado donde ha plasmado su queja muy risueña, muy cordial.
Allí las dejé a las dos, muy dignas en la defensa de sus posturas, mientras yo me dirigí a una pastelería cercana famosa por sus filigranas de chocolate. Las penas son más llevaderas con algo dulce en el estómago, pensé, y pertrechado de unos brownies me dispuse a enderezar la jornada de mi querida Mrs. D., desconsolada y descalza.
A Mrs D. le hubiera gustado que la dependienta fuese dependiente, y ya puestos, que se pareciera a Jud Law; que le calzase delicadamente un par de zapatos nuevos y le sonriera con picardía, rollo Alfie: "a sus pies, señorita". A Mrs. D. nunca le pasan estas cosas ni falta que le hace (le digo yo) porque tiene un novio perito que se la lleva de escursión al Montseny y a donde haga falta, con un buen par...de chirucas, que no destiñen con la lluvia.

domingo, septiembre 18, 2005

De clanes y contingencias


A veces creo que las personas, como si de miembros de un viejo y arcano clan se tratara (uno de esos cuyo origen habría que rescatarlo de la Edad Antigua y revelarlo por medio de crípticos ceremoniales vedados a las miradas neófitas), todavía se resisten a la individualidad que parece imponer las fronteras de este cuerpo que nos confina. Esta condenada unicidad que arrastramos como única verdad tangible a que aferrarnos a menudo se me antoja una ilusión, un espejismo que en un parpadeo desgarra la realidad y me la ofrece renovada, luminosa y coherente. Eso ocurre cuando el azar (esa caldera en la que bullen todas nuestras contingencias), nos acaba mostrando el camino que lleva hasta uno de esos miembros en cuyos ojos nos reconocemos; hasta un viejo y olvidado hermano que, como nosotros, ahora lo sabe, una vez perteneció al mismo clan.
La complicidad es en estos casos un fenómeno arrollador que se manifiesta en todas las vertientes y con todos los matices y las gradaciones que la paciencia del observador permita. Un hallazgo que brota de forma espontánea, expansiva, torrencial, y, casi siempre, a la postre, efímera.
Bullen y bullen nuestras contingencias, al dictado de la llama de un espíritu burlón.

martes, septiembre 13, 2005

No me jodas neng


La noticia apareció hoy. Sobre mi mesa, en una de esas fotocopias que acostumbramos a inetercambiar entre compañeros. La cosa me hizo reir, lo reconozco. La risa fácil se conjura al dictamen de las complicidades que también se pretenden fáciles. Un instante de calma y tu sonrisa resiste medio desdibujada en los labios, esta vez sopesando el contenido de la chanza, transfigurándose lentamente a medida que la guasa adquiere un cariz menos cómico.
LA NOTICIA: Inmigrantes en patera gritan "¿Qué pasa neng?"
"Un grupo de 39 inmigrantes que llegaban en patera a las costas de Fuerteventura respondió al grito de "¿Qué pasa, neng?" (el popular personaje de Buenafuente) a los periodistas y curiosos que esperaban en la costa junto a la guardia civil. Los inmigrantes, en buen estado de salud, fueron trasladados al cuartel de la Guardia Civil de Gran Tarajal para su identificación y posteriormente a El Matorral."
LA PREGUNTA: ¿Qué demonios está pasando, Neng?

sábado, septiembre 10, 2005

Rescue me


"“Rescue me”: Tras convertirse en una de las series revelación del verano pasado en USA, FOX estrena en exclusiva esta serie, que narra las andanzas de un bombero obsesionado con su ex mujer en la ciudad de Nueva York."
"El canal FOX, incluido en la oferta de Digital Plus y la mayoría de las compañías de cable, abre esta noche su temporada de otoño con el estreno de “Rescue me: Equipo de rescate”, una de las producciones más exitosas del canal FX. La serie acaba de renovar por una tercera temporada en USA.
La serie muestra la vida de Tommy Gabin, un veterano bombero del Parque 62 y padre de dos hijos, que trata de superar su depresión tras su ruptura matrimonial, la sombra del fatídico 11-S será más alargada de lo que nadie espera, y los fantasmas del pasado aparecerán en su vida.De hecho, el mejor amigo de Tommy es su primo Jimmy Keete, un bombero que falleció dentro de las Torres Gemelas, y que actúa de tutor y confidente del protagonista, que ha vuelto a caer en las garras del alcohol y el tabaco. Su enemistad con su ex mujer, que tratará de alejarlo de sus hijos, mientras rehace su vida con otro hombre, hará que la tarea de animar al bombero no sea nada fácil.La serie llega avalada por dos Premios Emmy para la dirección y el guión, y se verá todos los viernes a las 22:15 horas."

jueves, septiembre 08, 2005

"Prison Break"



Se trata de una de las apuestas más fuertes de la Fox en el inicio de su nueva temporada televisiva.

"Michael Scotfield (Wentworth Miller) es un hombre desesperado en una situación desesperada. Su hermano, Lincoln Burrows (Dominic Purcell), está en el corredor de la muerte para perder la vida en unos pocos meses por un asesinato que Michael está convencido que no cometió. Sin tener otra opción para ayudar a su hermano y con el tiempo corriendo en su contra, Michael atraca un banco para ser encarcelado en la Prisión de Fox River State. Una vez dentro, Michael -un ingeniero que ha estudiado la estructura de la cárcel- comienza a ejecutar un plan para sacar a su hermano de ahí y probar su inocencia. Con la ayuda de su compañero de celda, Sucre (Amaury Nolasco), Michael empieza a alinearse con un dispar grupo de prisioneros como John Abruzzi (Peter Stormare) -el cabecilla del grupo- y Charles Westmoreland (Muse Watson), el supuesto secuestrador de D.B. Cooper. En el exterior, Michael sólo tiene un aliado, su abogada y amiga de la infancia, Veronica Donovan (Robin Tunney), que también es la antigua novia de su hermano Lincoln. Mientras, el hijo de 15 años de Lincoln, LJ (Marshall Allman), va a la deriva sin la positiva influencia de su tío Michael. El resto del reparto lo compone la Dr. Sara Tancredi (Sarah Wayne Callies), que trabaja en la enfermera de la prisión y a quien Michael visita más de lo que debiera; el oficial Bellick (Wade Williams), cuya misión es vigilar de cerca a su nuevo prisionero, y el poderoso Warden Pope (Stacy Keach), que acaba forjando una relación padre-hijo con el nuevo convicto. 'Prison Break' combina la esperanza de "The Shawshank Redemption," la camaradería de "La milla verde" y la tensión de "El gran escape". La serie revelará cada semana nuevas piezas del puzzle mientras Michael va llevando a cabo su plan para ultimar el escape de la prisión al mismo tiempo que resuelve la conspiración nacional que ha llevado a su hermano al corredor de la muerte. 'Prison Break' es una producción de Adelstein-Parouse con 20th Century Fox Television. La serie está creada, escrita y producida por Paul Scheuring. Brett Ratner ("X-3," "Rush Hour," "Red Dragon") ha dirigido el episodio piloto y produce la serie. Marty Adelstein, Dawn Parouse y Matt Olmstead también producen la serie y Michael Watkins es el productor ejecutivo."

martes, septiembre 06, 2005

Mrs. Bartleby


Mrs. Bartleby vive para la vida. A pesar de sus pesares. La consume delicadamente en su piscina, haciendo interminables carreras consigo misma mientras un vigilante libertino no quita ojo a su pecho izquierdo. Comparte habitáculo en su trabajo con seres extraños cuyo lenguaje no acierta a descifrar y, a menudo, arrollada por la caprichosa mecánica de los despropósitos que a diario la asedian, debe morderse la lengua y proferir para sus adentros: "preferiría no hacerlo"; como el Bartleby de Melville, solo que aquel lo profería de viva voz y extemporáneamente.
Hace días que no conseguimos coincidir en el trabajo y a penas podemos cruzar un par de comentarios por los pasillos, con lo que a nosotros nos gusta intercambiar comentarios cuando escasean los trueques de libros y recortes de prensa. No se apure, querida, rindo en este rincón virtual un cálido homenaje a nuestro desencuentro laboral colgando unas fotos de sus inefables ídolos. Que usted las disfrute y que su marido no las vea.

domingo, septiembre 04, 2005

Estrenos televisivos

A todos aquellos que piensen que septiembre va a ser más de lo mismo aqui les dejo este adelanto informativo sobre las series que inician andadura esta misma semana:

CSI Nueva York y la tercera temporada de CSI Miami

Telecinco estrena este lunes 5 de septiembre, a partir de las 22:00 horas, un nuevo prime-time, que incluirá el estreno de la tercera temporada de “CSI: Miami” y la primera de “CSI:NY”, la tercera producción surgida de la famosa franquicia de Jerry Bruckheimmer.
A las 22:00 horas, Telecinco estrena la tercera temporada de “CSI: Miami”, que se emite en la actualidad en el canal AXN, la tercera entrega de este exitosa producción sumó 19 millones de espectadores en USA, siendo la producción más vista de la noche de los lunes.
A las 23:00 horas, se producirá el estreno de “CSI: NY”, una nueva producción de la franquicia "CSI" ambientada en la enorme ciudad de Nueva York, en su primera etapa, la serie ha sumado 13,5 millones de espectadores semanales, superando los datos de la veterana “Ley y Orden” y liderando su franja horaria.La nueva serie mantiene el espíritu de sus predecesoras, aunque cuenta con un estilo más urbano y más oscuro, que se adapta a las interminables calles de Nueva York, una ciudad que se muestra condicionada por los Atentados del 11-S.El equipo de "CSI: NY" se forma de cinco eficientes individuos, Mack Taylor, un antiguo combatiente de Vietnam, que perdió a seres queridos en los Atentados del 11 de septiembre, es el líder del grupo, "Mac" es eficiente, concienzudo y le gusta profundizar en sus casos.Su mano derecha es la investigadora Stella Bonasera, que aportará todo el rigor en sus investigaciones, y su mano derecha con los familiares y amigos de las víctimas. El equipo se completa con Danny Messer, un joven procedente de Brooklyn que destaca por su impactante pasado, Don Flack, una especie de niño prodigio del CSI y Aiden Burn, una investigadora que no duda en utilizar sus armas de mujer en los casos.En el primer capítulo titulado “Sueños americanos”, Taylor y su equipo investigarán la aparición de un esqueleto humano en un autobús turístico, tras varias pruebas, los forenses determinarán que se trata del cuerpo de un adolescente desaparecido en 1.987.
Sin rastro
Antena 3, Dios mediante, anuncia el regreso de esta serie (en la que será su tercera temporada) para el jueves 8 de septiembre a las 21:45 horas. Producida por Jerry Bruckheimmer y protagonizada por Anthony LaPlagia, Sin Rastro se ha convertido en la tercera serie extranjera más vista de nuestro país sólo por detrás de “CSI” y “CSI: Miami”.
Scrubs
Pese a que Canal Plus tenga los días contados, su programación de otoño en abierto contará con la primera temporada de “Scrubs”, que ocupará el lugar del programa “+ te vale”, que se emite los sábados a las 13:30 horas. “Scrubs” inicia su emisión en abierto el próximo sábado 10 de septiembre con el capítulo “Mi primer día”.
Con una tramas sorprendentes y un humor surrealista y diferente, “Scrubs” ha sido y es una de las producciones favoritas de la crítica americana, que ha premiado a la serie con los más prestigiosos galardones en sus cuatro primeras temporadas.En España, “Scrubs” ha pasado algo desapercibida en la noche de los sábados, aunque el estreno en abierto promete aglutinar a una gran legión de seguidores.

Doctor Pasavento



Andaba yo el sábado, perdido por esas grandes superficies de Dios, ojeando libros de toda ralea, cuando de pronto, a la vista de todo el que quisiera ver, se amontonaba con caprichosa disposición de escaparatista avezado una columna de varios volúmenes de "El Doctor Pasavento". ¡Sapristi!, ¡Albrícias! ¡Lo últimito de messieur Vila-Matas ante mis narices, y yo que lo esperaba para octubre, ¡Siempre en las nubes! ¡Rápido cógelo! -me dije- ¡Cógelo y cómpralo!
Agradecí en aquel instante haber recalado en uno de esos puntos muertos de las librerías donde sólo habitas tú, porque la mía debió ser una de esas expresiones de urgente avidez que incomoda a cualquiera, de vergüenza ajena, vamos; rollito Gollum "¡Mi tesoro!".
Hasta un reguero de espesa baba debió de caer a mis pies, acumulándose bajo mis zapatos, filtrándose en la moqueta, encharcándolo todo para dejar así una señal a todo el que quisiera ver: allí estaba el último libro de Enrique Vila-Matas.
Doctor Pasavento, que así se llama el libro, trae en su cubierta la siguiente reseña:
"El héroe moral del escritor y doctor Pasavento es Robert Walser, de quien admira su afán por pasar desapercibido, la vida de bella infelicidad que llevó y la extrema repugnancia que le producían el poder y la grandeza literaria. Perseguir el destino de este escritor significa para Pasavento retirarse del mundo, como lo prueba esa caligrafía suya que se va haciendo cada vez más microscópica y le lleva a sustituir el trazo de la pluma por el del lápiz porque siente que este se encuentra más cerca de la desaparición, del eclipse. Quiere apartarse, y un día desaparece. Cree que indagarán, que le sucederá lo que a Agatha Christie cuando la buscaron por toda Inglaterra a lo largo de once días y al final fue encontrada. Pero al doctor Pasavento no le busca nadie y poco a poco va imponiéndose esta sencilla verdad: nadie piensa en él.
Le veremos entonces recurrir la estrategia de la renuncia: el acto extremo con el cual algunos raros escritores se aseguran el único modo de captar el destello de la vida plena e inexpresable, no sofocada por el poder. Le veremos renunciar al yo, a su grandeza y a su supuesta dignidad, y hasta creer que está encarnando por sí sólo la desaparición del sujeto en Occidente. "Lo que yo quiero es seguir existiendo sin ser molestado", dice el doctor Pasavento, y luego, de forma algo contradictoria, se pregunta si será capaz de vivir sin que nadie se acuerde, ni lejanamente, de que existe. Viaja al manicomio suizo donde Walser vivió tantos años apartado del mundo y se acerca al ejercicio de un arte muy peculiar y en el que su escritor más admirado fue un consumado maestro: el arte de convertirse en nada.
En Doctor Pasavento, Enrique Vila-Matas, después de Bartleby y compañía, El mal de Montano y París no se acaba nunca, prosigue la ruta ascendente que lo ha consagrado, indiscutiblemente, como uno de los grandes escritores europeos de nuestro tiempo."
¡Indiscutiblemente!