jueves, noviembre 30, 2006

El corazón lo sabe

Hay días que las ventanas se cierran sólo para que caigas en la cuenta de que un día estuvieron abiertas. Días en que el negro hace bueno al gris y no encuentras explicación cabal a tanta desventura (que no es sino la ausencia de tanta felicidad acumulada en tan breve espacio de tiempo). Estás bien. Estarás bien. Tan solo el corazón. Nada más. Mañana lucirá un Sol que no proyectará tu sombra. Volverán las sonrisas y los consejos de quienes incluso te reconvienen con la mejor de las intenciones, pero en el fondo sabrás que sólo esconden intereses bastardos y esquinados que nada tienen que ver contigo. Sólo cuenta el corazón y quien un día bebió de sus aguas tranquilas y claras. Solo el corazón lo sabe, corazón.

domingo, noviembre 05, 2006

Paja mental

"Hace mucho -no sé si dias, si meses- que no registro ninguna impresión; no pienso y por tanto no existo. Vivo olvidado de quien soy; no sé escribir porque no sé ser."

Fernando Pessoa - Libro de desasosiego


Mis días transcurren sin aliento; mis noches sin sueños. Infatuado por la presunción de los necios, juego a dejar que la vida pase ante mí y me dejo hacer como quien vislumbra lo inevitable al cabo de su calle. Es la vida misma, sin embargo, quien en realidad pasa de puntillas sobre nuestras estupidas y azarosas huellas, quien simplemente pasa de nosotros y se deja hacer, o en todo caso nos observa sin ánimo de juzgarnos ni pretender descifrar nuestras sutiles y efímeras estelas. Arden nuestras esperanzas amontonadas en la hoguera que alimentamos a diario, al abrigo de nuestras íntimas oquedades; cada día lanzamos una al fuego y recomponemos el gesto, resignado, acurrucados frente a las llamas. Jugando a adivinar qué señales nos brinda la vida que desdeñamos; qué sombras son esas que danzan en las paredes de nuestra acogedora cueva.