domingo, febrero 25, 2007

Ghost Rider


Estaba yo tratando de cumplir viejas promesas. De pie frente al armario, intentando decidir qué demonios se pone uno para cumplir con semejante evento. Cada estreno es lo mismo. Al principio, con la novedad de las primeras películas, la ilusión tiraba de uno con la energía suficiente como para que cualquier justificación se volviese irrelevante, pero con el paso del tiempo y de las sucesivas y previsibles adaptaciones cinemátográficas de la casa de las ideas, la ilusión no ha sido la misma, la verdad. Digamos que ahora me mueve mas la curiosidad (rara vez satisfecha) y cierta perseverancia que se vuelve obstinación infantil cuando me obligo a cumplir con el consabido estreno marveliano. Esta vez ha sido el motorista fantasma. La excusa: Nicolas Cage. Pero claro, hay que tener en cuenta que el tipo está un poco payá con esto del comicbook americano y que se moría de ganas por ponerse unas mallas (de hecho a su hijo le ha llamado Kar-El, y se rumorea que lo de Cage - el tio se llama en realidad Nicholas Kim Coppola- es por Luke Cage, otro personaje mítico de la Marvel más conocido como "Powerman"), así que tampoco el reparto era, en esta ocasión, acicate de nada, y mucho menos garantía de calidad. Dicho y hecho. El culo es el mejor indicador de que la cosa no funciona. Cuando no sabes como ponerlo para encontrar una posición cómoda que te permita soportar lo que tu encéfalo se niega a tragar tras los primeros quince minutos de visionado, no lo dudes, es que algo falla. "Los efectos están bien", sí, ese comentario también suele acudir a la torturada mente del espectador al cerrar los ojos y abrir la boca. La cucharada sigue siendo de mierda, no nos engañemos. Que ustedes la disfruten, si tienen huevos.

jueves, febrero 01, 2007

La Clandestina



Té moruno. Tabaco. Chocolate. Un par de chicles. Pago yo. El niño que soy entre tus brazos. La trinchera de un sofá que añora el dibujo de tu espalda.