sábado, julio 14, 2007

Cuando las estrellas se apagan

Sucedió una noche, en Dublín. Hacía calor. Tú parecías cansada pero esto tal vez solo sea una falsa impresión: Perlada de sudor estabas preciosa. Cogi tu mano y me miraste, no como se miran los extraños; sonreíste como se sonríe a quien se espera y llega tarde, no demasiado. Deja que te cuente...


Acudí al concierto, tal y como acordamos. Una rosa amarilla en la mano, ¿Recuerdas? Decidimos que el azar nos guiase entre la multitud. Si de verdad ibamos a amarnos por qué no mezclar al destino en todo esto. Era solo un juego. Yo sabía que irías con unos amigos y bromeamos con encontrarnos..."Si de verdad eres para mí"...yo te hablé de mi perro, de mis paseos por el parque y mi falsa ceguera...risas...¡Dios, que guapa estás cuando te ries así!...Hacía mucho calor. La música reverberaba en mi pecho, vacío desde el martes. Nadie entendía lo de la rosa; bailaba con ella en la mano, alzándola por si estabas cerca y podías verla. La gente me sonreía. Hubo alguna chica en el camino pero no eras tú. Andrea seguía en el escenario junto a sus hermanos. Breathless estaba sonando en el estadio:" So go on, go on, come on leave me breathless ( Por eso sigue así, sigue asi, venga, déjame sin respiración)". La cadencia de su voz era una caricia que yo soñaba en tus manos. Bailé con mucha gente aquella noche y, aunque me avergüence reconocerlo, incluso un chico me preguntó por tu rosa. Parecía desilusionado cuando le dije que no podía dársela. "Lo siento-grité-, mi corazón por una rosa". "¿Qué?, ¡No entiendo!"-exclamó mirándome como si estuviera loco-, ¡Que tiene mi corazón, se lo ha quedado, es mio y lo tiene ella, desde el martes! Alzó la mano como disculpándose, siguió contoneándo su cuerpo desgarbado mientras preguntaba: ¿quién es la chica con suerte? puse mi mano en su hombro y grité junto a su oído: "Es ella". Lo dejé allí, sonriéndo y levantando el pulgar, te entiendo , parecía decirme con todo su cuerpo, ve a por ella, qué le vamos a hacer...

"...And if there's no tomorrow, and all we have is here and now.
I'm happy just to have you, you're all the love I need somehow.
It's like a dream, although I'm not asleep..."

..."Y no existe el mañana, y todo lo que tenemos es el aquí y el ahora.
Estoy feliz de tenerte, tú eres todo el amor que necesito de algún modo.
Es cómo un sueño, aunque no estoy dormida"...

Seguí buscándote. Estaba cansado. Pensé que volvería solo al hotel, con este hueco en mi pecho y la certidumbre de haberte perdido antes de haberte encontrado. De pronto Andrea se volvió hacía el grupo mientras se recogía el pelo y les hacía un par de indicaciones. Algo se cocía entre bastidores. Cogió el micrófono y susurró: "When the stars go blue"..., y soñé que me abrazabas y que nunca jamás volvería a estar solo...




La rosa acabo sobre el escenario, donde alguien pensaría que era perfecto en manos de Bono, que a su vez debió pensar que daría un toque romantico a su entrada si se la ofrecía a Andrea. Fuese como fuese acabó siendo una noche perfecta. La noche que te encontré, la noche que se apagaron las estrellas, cuando me miraste y supe que te había encontrado. Parecías cansada, pero se te veía tan feliz que hubiese deseado haber estado realmente allí. Cogiendo tu mano, abrazándote y susurrándote al oído lo mucho que te quiero, revelándote dónde voy cuando estoy solo, cuando estoy triste. Cuando las estrellas se apagan y yo empiezo a comprender que jamás he estado en Dublín y que probablemente jamás lo estaré.

WHEN THE STARS GO BLUE

Dancin' where the stars go blue
Dancin' where the evening fell
Dancin' in your wooden shoes
In a wedding gown

Dancin' out on 7th street
Dancin' through the underground
Dancin' little marionette
Are you happy now?

Where do you go when you're lonely
Where do you go when you're blue
Where do you go when you're lonely
I'll follow you
When the stars go blue, blue
When the stars go blue, blue
When the stars go blue, blue
When the stars go blue

Laughing with your pretty mouth
Laughing with your broken eyes
Laughing with your lover's tongue
In a lullaby

Where do you go when you're lonely
Where do you go when you're blue
Where do you go when you're lonely
I'll follow you
When the stars go blue, blue
When the stars go blue, blue
When the stars, when the stars go blue, blue
When the stars go blue
When the stars go blue, blue, blue
Stars go blue
When the stars go blue

Where do you go when you're lonely
Where do you go when you're blue, yeah
Where do you go when you're lonely
I'll follow you, I'll follow you, I'll follow you
I'll follow you, I'll follow you, yeah
Where do you go, yeah
Where do you go, Where do you go
------------------------------------------------

CUANDO LAS ESTRELLAS SE APAGAN

Bailando donde la estrellas se apagan
Bailando donde cae la tarde
Bailando en tus zapatos de madera
En un vestido de novia

Bailando en 7th street
Bailando en el metro
Bailando como una pequeña marioneta
¿Eres feliz ahora?

Donde vas cuando estas solo
Donde vas cuando estas triste
Donde vas cuando estas solo
Te seguiré
Cuando las estrellas se apagan, apagan
Cuando las estrellas se apagan, apagan
Cuando las estrellas se apagan, apagan
Cuando las estrellas se apagan
..........
Riendo con tu boca bonita
Riendo con tus ojos rotos
Riendo con la lengua de amante
En un arrullo

Donde vas cuando estas solo
Donde vas cuando estas triste
Donde vas cuando estas solo
Te seguiré
Cuando las estrellas se apagan, apagan
Cuando las estrellas, cuando las estrellas se apagan, apagan
Cuando las estrellas se apagan
Cuando las estrellas se apagan, apagan, apagan
Las estrellas se apagan
Cuando las estrellas se apagan

Donde vas cuando estas solo
Donde vas cuando estas triste
Donde vas cuando estas solo
Te seguiré, yo te seguiré, yo te seguiré
Te seguiré, yo Te seguiré, sí
Donde vas, sí
Donde vas, donde vas.

viernes, julio 06, 2007

Salsa tártara

Vale, vale, quizás es un poco exagerado, cómico, trágico al final, pero que levante la mano quien no haya sufrido alguna vez un despiste similar:

La escena pertenece a la película "El hombre del tiempo" (The weatherman) y juro que esta no era la principal motivación para escribir este post. En mi defensa aporto como prueba este fragmento del diálogo (monólogo podría decirse porque el interlocutor-Cage-se limita a observar boquiabierto con esa expresión boba tan suya) que Michael Caine mantiene con Nicholas Cage (padre e hijo respectivamente en el film) y que sí fue la piedra angular de lo que ahora leéis:

- "Para conseguir cualquier cosa tienes que renunciar a algo.¿Sabes que lo más difícil y lo correcto suelen ser la misma cosa?
Nada que signifique algo es fácil; lo fácil no tiene cabida en la vida del adulto."

Y claro, me ha entrado un mal rollo...porque esto a lo mejor no os impresiona dicho así pero tendríais que oírlo con la voz de Michael Caine, tendríais que sentirlo cuando Michael Caine te mira con ojos de Michael Caine y te suelta todo ese rollo de lo difícil y lo correcto. Total, que me he dicho: mejor les pones lo de la salsa tártara.

Ah, la peli bien.

martes, julio 03, 2007

¡Oh, Scarlett!

Sí. Ayer estuvo paseando por el centro de Barcelona. A escasos metros de donde trabajo y a escasísimos metros de aquellos lugares que frecuento cuando no trabajo y debiera hacerlo. Vestida como visten las estrellas que cuelgan el glamour y la fama en el armario de la suite presidencial donde se alojan, con aire distraido y mohín de turista adocenada que reparte con equitativa mesura sus visitas a las grandes firmas comerciales o al monumento local de rigor. Scarlett Johansson: veintitrés añitos, nacida un 22 de noviembre (escorpio: ¡qué fijación la mía!) de 1984 en New York, hija de padre holandés y madre polaca, un soberbio metro sesenta y tres centimetros, aclamado como el de la mujer viva más sexy del año 2006 (según la revista Esquire y la legión de babosos que firman donde haga falta) al que Woody Allen ha decidido recurrir nuevamente para encarnar la musa de la película que se dispone a rodar aqui, en nuestra querida ciudad, junto a Pe (Scarlett, ¡esconde al novio!) y Javier Bardem.
Me pillaste de vacaciones, Scarlett, como no podía ser de otra manera (apuestas al rojo y sale negro...). Abro el periodico y ahí estás tú, pisando los adoquines que yo tantas veces he pisado, colapsando más si cabe esas calles infestadas de turistas entre los que pretendes camuflarte con una suerte que intuyo inútil, rezando para que esas gafas de sol eviten que seas reconocida y consecuentemente importunada. Apareces en la foto con un candoroso vestidito veraniego de motivos florales, el cabello recogido, los dedos de la mano izquierda jugueteando lánguidamente con un colgante, un amuleto, tal vez, esbozando un gesto de frágil introspección, de arrobamiento doméstico que destila medrosía y misericordia en proporciones que solo puede ponderar alguna mente privilegiada, posiblemente la de Woody Allen, siempre cobijada bajo su sombrero de tweed. Querido Woody, estoy de acuerdo contigo: también"el cerebro es mi segundo órgano favorito."

lunes, julio 02, 2007

Ernest


Tal día como hoy, un 2 de julio de 1961, París dejó de ser una fiesta. Esa madrugada, hace 46 años, Hemingway decidió poner punto y final al último capítulo de su vida mediante una escopeta de doble cañón con la que había practicado durante años el tiro al pichón, y que aquella noche, encerrado en la cantina donde su mujer la guardaba bajo llave junto al resto de fusiles de la casa, fue usada por última vez para redecorar el techo con los fragmentos craneales y de masa encefálica de "Mr.Papá". Lo siento Ernest, no pretendía resultar sarcástico el día del cuadragésimo sexto aniversario de tu fallecimiento. Todo hombre tiene derecho a elegir su día y su hora. Te fuiste, supongo, porque no te podías sufrir como sombra del hombre que fuiste. Porque lastraba esta maldición tu sangre y la de los tuyos; los que fueron y los que habían de ser: Se suicidó tu padre, se suicidó tu hermana Úrsula, tu hermano Leicester, tu hijo gregory y, años mas tarde, tu nieta Margaux. Sesenta y dos años, además, resultaron ser suficientes para una biografía inusitadamente intrépida como la tuya.
En cierta ocasión Hemingway comentaría a Mary Welsh, su última esposa:“Si no puedo existir a mi manera, entonces, la existencia es imposible.” Y a los diecinueve años dejó escritas estas líneas que habían de resultar proféticas: "morir es una cosa muy simple. He visto la muerte y sé lo que me digo. Si hubiese tenido que morir habría sido muy facil. Lo más fácil que hubiese hecho nunca...Es mucho mejor morir en el periodo feliz de la juventud aún no decepcionada, irse en un destello de luz, que tener el cuerpo consumido y viejo y las ilusiones perdidas."Palabras que no hubieran tenido lugar si un año antes, la madrugada del 8 de julio de 1918, en Italia, cerca de Fossalta y tras seis intensos días en los que el escritor frecuentó las trincheras decidido a mantener contacto directo con los combatientes, no hubiese resultado herido de gravedad por fragmentos de mortero y el fuego enemigo de una ametralladora que le destrozó la rodilla derecha. Aquella noche, durante dos horas, hemingway permaneció a resguardo en un establo sin techo, esperando una ayuda que no llegaba, con doscientas veintisiete esquirlas de metal en las piernas, pensando seriamente, por primera vez en su vida, en utilizar su pistola reglamentaria para acabar con su vida. Fue su primer flirteo con la idea del suicidio. Acontecieron en los años que estaban por llegar, el resto de las vicisitudes que habían de componer la leyenda que todos, en mayor o menor medida, hemos conocido. Esta noche, sin embargo, solo cabe imaginar los minutos que precedieron a la detonación, su insondable y terrible calado. Los pensamientos que ni siquiera pueden intuirse, la infausta tesitura que no se diluye en ginebra ni en whisky, ni se deja llevar por las horas que encierra la noche que nos reclama.