domingo, julio 05, 2009

Samsung NC10

Me compré un notebook porque las escusas no se venden, lo compré para escribir como se supone que escriben los que saben de esto, como si lo hicieran siempre delante de estos trastos o los necesitaran para tener algo que contar, como si hacerse con uno de ellos lo invistiese a uno con una dignidad singular para estos menesteres. Como si realmente esto fuera a cambiar algo. Bueno, al menos ha sido escrito con el notebook. Es un principio.

sábado, julio 04, 2009

En el parque, a las tres

Ella giraba dulcemente, sin prisas, con los brazos levemente alzados y nuestros corazones prendidos entre sus dedos. Las sonrisas cómplices y melifluas de los músicos sucedieron a las miradas de desconcierto que tan pródigamente se manifestaron en los primeros compases. Ella permanecía así, con los ojos cerrados y una sonrisa que solo se intuye perfilada por la muerte en el rostro de algunos difuntos, algunos ahogados acaso, o suicidas a los que nadie acertó a importunar con sus tediosas ansias de vida. Y así, el suyo, entre vuelta y vuelta, se me antojaba un rostro de niña avezado a la tragedía. Esa tragedia que tañe la mansedumbre y los muchos años ya consumidos; años de niña ajada, que corren como la sinrazón de las preguntas que nunca obtendrán respuesta. Ella giraba y giraba y nosotros con ella, huérfanos de toda esa vida que a ella se le escapaba a borbotones fríos y lánguidos como el caliz que vuelca en el altar de una iglesia en ruinas, una ofrenda antigua abandonada a los pies de un Dios que ya no existe.