- Ahora tengo que irme...¿Querrás pomelos?, sí claro, no nos quedan, bueno, te cierro ¿Eh? te quedas aqui con la perrita. Es para que no ladre por toda la casa y eso , hala, no tardo nada. Pórtate bien.
Y se portó bien.
Las primeras cuatro horas se portó tan bien que hasta Karmele Marchante hubiese decidido compartir con él su yogurt desnatado. Pasado el cuarto día las cosas se volvieron algo confusas. Hubo ruidos extraños. Musica de vals venezolano, según algunos vecinos, y esa frase a todas horas, declamada con una vehemencia de carcelero nazi que en modo alguno pudieron asociar a su persona: ¡Pórtate bien!, un, dos, tres, ¡Pórtate bien!
La noticia fue la comidilla de todos esos programas en que los contertulios juran por Satán que son periodistas. Entrevistaron a los del grupo Tedax, a los bomberos y a hasta la cuadrilla de limpieza al completo. Todo el mundo quiso sacar tajada de aquella historia. A la señora Walsz le han abierto una pagina especial en Facebook donde aparecen imágenes de su portería. Su grupo tiene miles de admiradores. Adoran el modo en que frunce sus labios cuando lo imitaba en esos vídeos caseros.
A él nadie lo ha vuelto a ver. Sigue recluido en un centro residencial bajo los atentos cuidados de un primoroso equipo de médicos que intentan en vano descifrar sus cartas de amor. La perrita fue acogida por una familia que nada sabe de aquel suceso. "Es una monada", aseguran, "deberían verla cómo aulla cuando le ponemos el vals de Swanilda".
Y se portó bien.
Las primeras cuatro horas se portó tan bien que hasta Karmele Marchante hubiese decidido compartir con él su yogurt desnatado. Pasado el cuarto día las cosas se volvieron algo confusas. Hubo ruidos extraños. Musica de vals venezolano, según algunos vecinos, y esa frase a todas horas, declamada con una vehemencia de carcelero nazi que en modo alguno pudieron asociar a su persona: ¡Pórtate bien!, un, dos, tres, ¡Pórtate bien!
La noticia fue la comidilla de todos esos programas en que los contertulios juran por Satán que son periodistas. Entrevistaron a los del grupo Tedax, a los bomberos y a hasta la cuadrilla de limpieza al completo. Todo el mundo quiso sacar tajada de aquella historia. A la señora Walsz le han abierto una pagina especial en Facebook donde aparecen imágenes de su portería. Su grupo tiene miles de admiradores. Adoran el modo en que frunce sus labios cuando lo imitaba en esos vídeos caseros.
A él nadie lo ha vuelto a ver. Sigue recluido en un centro residencial bajo los atentos cuidados de un primoroso equipo de médicos que intentan en vano descifrar sus cartas de amor. La perrita fue acogida por una familia que nada sabe de aquel suceso. "Es una monada", aseguran, "deberían verla cómo aulla cuando le ponemos el vals de Swanilda".