sábado, julio 15, 2006

Carrie


"[...con los blogs ocurre a veces como con las visitas a los museos. Pasado un tiempo prudencial todos los cuadros te parecen lo mismo, e incluso aquellos que deseabas fervientemente ver pasan por delante de tus ojos sin causarte apenas impresión. Y entonces te das cuenta de que lo mejor es salir a la calle, sentarte en una terraza y tomarte un aperitivo, mientras ves pasar a la gente y te da el sol en la cara.]"
Si te gustó el parrafo anterior lo entenderé perfectamente porque no sólo no es mio ( lo que lo explicaría sin más), sino que pertenece a una de las bitacoras más lúcidas y frescas de cuantas pueden verse por estas redes del señor. Me refiero a mi "Chica con falda roja" (a quien aprovecho para mandarle un beso virtual, vamos, de los mios ande o no ande el ordenador de por medio). Si he decidido copiarlo y pegarlo en este blog tan descuidado desde hace algún tiempo, es porque precisamente necesitaba de algún modo justificar mi desidia y estas palabras reflejaban perfectamente la situación a que pretendía referirme.
El caso es que anecdotas no me han faltado para escribir alguna que otra entrada nueva, por ejemplo: he asistido, no hace mucho, a una preciosa boda gay. De acuerdo es lo más anecdótico que me ha pasado en mucho tiempo pero el caso es que no ha sido hasta ahora cuando faltando poco para empezar mis anodinas vacaciones estivales y a las puertas de lo que para cualquier cristiano supone un océano de posibilidades dignas de ser plasmadas, cuando menos, en un blog, cuando siento la necesidad de acercarme al teclado y escribir algo. Lo que sea. Supongo que el hecho de que tomara un par de cañas con Carrie este viernes, al salir del curro podría interpretarse como que están sucediéndose una serie de cambios en mi rutina a los que no estoy acostumbrado. Que quién es Carrie. Bueno pues imaginaos a una chica que siempre luce una maravillosa sonrisa, a juego con unos ojos que no cesan de hablar, de sugerir, de añadir la puntilla a todo cuanto sus labios no dicen (y mira que si quisieran decir...). Cerráis los ojos y oís sus carcajadas como notas de una melodía que ya no podéis disociar de su presencia, ni siquiera cuando la imagináis, como yo hago ahora mismo. Es la persona más activa y con más ganas de beberse la vida que conozco ( sin contar a Mrs D) y quizás por ello me sorprenda tanto verla como la veo estos días. Y es que Carrie anda algo desanimada ultimamente. Su mejor amiga acaba de marcharse a ocupar un nuevo puesto en el sur, vuelve a vivir sola, por tanto (ella que tanto agradece la compañía, que no soporta dormir sola porque la mera idea le aterroriza) y para colmo su última pareja no parece ofrecerle la estabilidad suficiente para capear el temporal. Ella trata de sobrellevarlo lo mejor que puede pero en alguna ocasión la hemos sorprendido con lágrimas en el rostro, ¡A ella, que es el paradigma de la alegría!
En fin, espero que aparezca pronto en su vida alguien que la merezca y que la haga feliz. Es todo cuanto se espera que te desee quien bien te quiere, y es que a Carrie solo se le puede querer bien. O simplemente quererla. Simplemente.

No hay comentarios.: