sábado, septiembre 25, 2010

Home sweet home

La casa ha permanecido demasiado tiempo desatendida. Apenas sé nada de ella a pesar de todos estos años compartidos. Es curioso, un extraño llega a tu casa y te pregunta por sus entrañas, por sus costumbres, y entiendes justo en ese momento, avergonzado, como un alumno eternamente desaventajado, que aquella casa y tú sois dos perfectos desconocidos. Mi lampista, un nuevo amigo, nos presentó esta semana. Creo que me va a gustar vivir en esta vieja casa.