lunes, junio 01, 2009

Una tarde menos

Tarde, siempre llego tarde. Todo cuanto me rodea me recuerda que la mía es una carrera perdida de antemano, que nunca hubo un primer puesto esperandome en ningún lugar. Me gusta demasiado perder el tiempo, supongo. Tal vez debería cultivar uno de esos jardines zen donde solo hay piedras y arena y un rastrillo para trazar ondas con la grava. Sentarme y seguir esperando. Todo esto es una mierda. Me gustaría buscar palabras de aliento en el diario del capitán Scott. Él sí supo llegar tarde.

1 comentario:

Amaranda dijo...

No sé muy bien que te hizo escribir en este tono ayer, como tú dices "he llegado tarde"... lo he leído hoy, ahora.

Has ganado muchas carreras, te lo puedo asegurar. Carreras de las importantes, carreras en las que no cuenta ser el primero, sino SER, SER como tú eres, SER con mayúsculas.

Sólo tienes que cultivar quererte más, valorarte como debes, no restarte siempre puntos, reconocer todo lo bueno que transmites, contar las muchísimas veces al día en que te das a los demás... sólo tienes que creer en ti.

Mírate a los ojos, ellos te contarán lo grande que eres... Yo lo sé, yo te admiro.

Como diría Carmen Maura: "Chico, tú vales mucho".

Amaranda