domingo, abril 22, 2007

Papá Tomeu

Me enviaste un mail para decirme que ya te manejas con cierta soltura por la red. Que la nuestra va a ser una cercanía reconquistada a golpe de tecla y de ratón. Voy a ser padre, me dijistes también, ¿Cómo lo ves? Y ya no vi nada durante unos instantes.
Confieso que sentí cierto vértigo y que me descubristes un nuevo mundo de soledades sutiles con esas cuatro palabras detonadas a bocajarro. Tú, un hijo. De verás que me alegro, viejo amigo, tan sólo dame un respiro; nada, tres segundos, cinco, mejor diez. Ya. Perdona esta zozobra mía, nada esconde, nada malo, es que te imagino con un crio en brazos y...no sé yo. De repente el mundo me parece un sitio mejor, más joven, o yo más viejo y desubicado. Y así me dejas, con cierta ligereza sobre los hombros, una extraña alegría, un sabor nuevo que no consigo identificar. Hazme un favor, no le llames Alfredo, podría salirte rarito. Voy a por el Bourbon.

No hay comentarios.: