martes, septiembre 06, 2005

Mrs. Bartleby


Mrs. Bartleby vive para la vida. A pesar de sus pesares. La consume delicadamente en su piscina, haciendo interminables carreras consigo misma mientras un vigilante libertino no quita ojo a su pecho izquierdo. Comparte habitáculo en su trabajo con seres extraños cuyo lenguaje no acierta a descifrar y, a menudo, arrollada por la caprichosa mecánica de los despropósitos que a diario la asedian, debe morderse la lengua y proferir para sus adentros: "preferiría no hacerlo"; como el Bartleby de Melville, solo que aquel lo profería de viva voz y extemporáneamente.
Hace días que no conseguimos coincidir en el trabajo y a penas podemos cruzar un par de comentarios por los pasillos, con lo que a nosotros nos gusta intercambiar comentarios cuando escasean los trueques de libros y recortes de prensa. No se apure, querida, rindo en este rincón virtual un cálido homenaje a nuestro desencuentro laboral colgando unas fotos de sus inefables ídolos. Que usted las disfrute y que su marido no las vea.

1 comentario:

Anónimo dijo...

touchée!
(O bien ¡miau¡)
Después de cinco minutos de sorpresa, arrobamiento y delectación al contemplar, reacciono. Únicamente que debería añadir una foto suya a las que figuran a pie de página y ya tendría las tres gracias con que consolarme en mis tristes momentos de su ausencia y compañía indeseada e indeseable. Así pues estarían, mis heroes, reunidos. Suya afectísima, Mrs. Bartleby.