sábado, julio 16, 2005

¿Entiende alguien a Tolstoi?


"El amor no existe. Existe una necesidad carnal de comunicación y una necesidad racional de un compañero para la vida. La prueba de la inmortalidad del alma es su existencia. Todo muere, pueden decirme. No. Todo se transforma y a esta transformación nosotros lo llamamos muerte, pero nada desaparece. La esencia de todo ser - la materia - permanece. Hagamos un paralelo con el alma. La esencia del alma es el conocimiento de sí misma. El alma puede transformarse con la muerte, pero el conocimientro de sí misma, es decir, del alma, no muere."
Tolstoi 19/10/1852
"¡Qué bonito!", me digo a mí mismo tras leer estas palabras al tiempo que busco algún soporte que dé cobijo al chicle con el que ando dando vueltas desde que entré en la biblioteca. Qué bonito y qué profundo. Qué tío el Tolstoi ese, oyes. Qué claro lo tenía tó. Osea que el amor no existe, vale tío, aluego se lo explico a la parienta pero despacito, que tiene una facilidad para tirar chanclas...y siempre acierta la jodía. Peladita tengo la coronilla de las chancletás que me propina cuando se pone (de los nervios). Total que pego el chicle bajo el monitor del capullo que me presta el libro, me despido alzando la manita y agitándola mientras sonrío, rollo reina de Inglaterra (anotar en la agenda: "dirigirle la palabra algún día al bibliotecario antes de que me dé por Autista o que simplemente me dé"), salgo a la calle rumiando todavía esas palabras y entonces caigo en la cuenta: ¡El horror! si nada desaparece eso quiere decir que tengo suegra para rato. Y trato de imaginar en qué coño se puede transformar mi suegra para perpetuar el tormento a que me tiene sometido desde tiempos inmemoriables. ¡Que perra suerte la mía! ¿Tendrá razón el Tolstoi? ¿Tenía suegra? ¿Y su mujer, lanzaba también ella las chanclas con la gracia y donaire con que lo hace la mía? ¡Ah! la mía, la mía...
- ¿Qué horas son estas? ¿De dónde vienes? ¿Tienes tabaco?
- Sabes que no fumo cielito, vengo de la biblioteca y... ¿cuál era la primera pregunta?
- ¿De verdad esperas que me crea que vienes de la biblioteca?
- Pues claro, y he estado leyendo a Tolstoi, ¡ahí es ná! Y el tío dice que tú eres una necesidad carnal para toda la vida, bueno, para toda la vida no, sólo hasta que te transformas. Y que tu madre no se va a morir porque al parecer tiene alma, ya ves tú, ¡quién había de decirlo! sí hubiera jurado que nisiquiera se reflejaba en los espejos, ja, ...¿qué pasa? No me mires así que tú no tienes ni idea de quien era Tolstoi ¿Te encuentras bien? ¿Por qué te agachas? ¿Te apretan las chanclas?

2 comentarios:

golgi dijo...

Esto es una prueba para demostrar que sí es posible dejar un comentario en cualquiera de los artículos que aparecen en este blog.

Anónimo dijo...

Ave María Purísima... Que digo yo que Ana Karenina hubiera entendido perfectamente lo que quería decir, aunque no lo hubiera compartido. Al fin y al cabo Tolstoi era de la aristocracia, como así lo proclama en su arrogante "Guerra y Paz". Pero la instrospección de la psicología humana que hace es soberbia. Deseche a su bibliotecario por torpe y empiece por Ana Karenina. No se arrepentirá. (O sí).