viernes, octubre 21, 2005

The night of the parrot


Pos eso, esta noche ha sido la del loro. Ya me sé de memoria todas las imperfecciones de la loza del baño. De hecho, creo que he dejado una especie de surcos sobre las baldosas que a modo de raíles me llevaban de la cama al baño y de éste a la cama. Y es que la culpa la tiene la ingente cantidad de mierda plastificada que nos llegamos a comer. Uno ya no es capaz de discernir qué pudo llegar a ser lo que le sentara mal. Glutamato monosódico, conservantes, estabilizantes, espesantes, guisantes y colorantes y otros cientos de aditivos varios. Cientos de productos que se encargan de convertir un truño de perro en un suculento chuletón. Así nos va. Ahora les dejo, ya saben dónde encotrarme, y háganme caso: cenen algo ligero. Las pizzas las carga el diablo.

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