viernes, septiembre 01, 2006

Malos tiempos para el amor

Carrie lo está pasando mal. Probablemente hoy es uno de los peores días de su vida por la confluencia de varias circunstancias que no vienen al caso. O sí, pero ni este es el lugar adecuado para airearlas, ni ella me ha autorizado a hacerlo. Esta noche me ha enviado un sms para hacerme saber que su chico se está desmarcando. Ella está destrozada, por esto y por más cosas. Al parecer el chico se ha asustado y le ha propuesto ser amigos que es lo que la gente suele proponer cuando ya no quiere seguir intercambiando fluidos contigo. No entiendo qué pasa con algunos tios. Carrie es una tia fantástica. Lo tiene todo. Es atractiva, sexy, inteligente y tiene un sentido del humor increible. Si no estuviera casado me pegaría a ella como una lapa y no la dejaría escapar por nada del mundo. Pero el mundo es así de divertido. Dios dispone con un criterio muy curioso. Carrie cree que el problema es suyo y lo único cierto es que hoy es un mal día para tratar de convencerle de lo contrario. Quisiera poder abrazarla, decirle que es maravillosa, que ese capullo es un niñato que no sabría distinguir una mujer de un escarabajo pelotero, y que algo bueno le espera, que tarde o temprano encontrará a alguien maravilloso que sabrá amarla como sin duda merece. Quisiera decirle todo eso, pero no puedo. Ella lo sabe, yo lo sé y ese Dios que mueve los dados allá arriba supongo que también lo sabe.

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